22 de marzo de 2009

Suspicio / suspicionis (Habeo suspicioni)


No queríamos ser menos que cualquier medio de comunicación bastante venido a menos, interesado por el cotilleo, el amarillismo, la vida privada y la estupidez. Así que hoy venimos a escribir sobre Obama.

Acaso se preguntarán si queremos hablar acerca de que su suegra se mudó a la casa blanca para estar con sus nietas, o si vamos a comentar alguna macana que se mandó el perrito de la familia presidencial. O quizás imaginen que estamos deseosos de escribir de la aparición del cuadragésimo cuarto presidente del país del norte, en un juego de los Chicago Bulls o sobre cuestiones relacionadas con su amadísimo "Blackberry". No, nada más alejado.

En realidad nos ha surgido una duda, o una sospecha (de ahí el título de este artículo), acerca de esta nueva figurita que de un día para el otro maravilló al mundo y que sin saber bien por qué; a todos nos (confieso que a mí al principio también lo hacía) cae bien.

La primera pregunta que nos hacemos es acerca de su popularidad. ¿Por qué todos lo aman? Creemos que simplemente esto es así por su cruzada épica, porque de la nada consiguió todo. Porque es un héroe y los héroes despiertan admiración. Suponemos también que la gente lo ve como una persona alcanzable, de discurso llano que vive como una persona cualquiera de clase media. Lo imaginamos despertándose a la mañana para tomar un café con su mujer y saludar a sus hijas, lo imaginamos yendo al cine, saliendo a correr o charlando con amigos.

Curiosamente esto último es impensable con nuestra presidente. No nos entra en la cabeza una imagen de Cristina tomando unos mates con bizcochitos de grasa. No podemos concebir una escena en donde le prohiba a su hija salir de noche porque vuelve muy tarde. A nadie se le ocurre una situación en la que salga a comer con Néstor para festejar un aniversario.[1] Desgraciadamente sólo podemos pensar en ella, como alguien que gritonea todo el tiempo y da discursos interminables que tienen por objeto desacreditar a los otros y ensalzar a su gestión Creemos que su popularidad sería distinta (mucho mayor) si hubiera transmitido una imagen más cercana a la cotidianeidad que esa figura aséptica y frívola que muestra...

Volviendo al tema y una vez corrido el velo (en referencia a todo lo anterior); este héroe del país del norte, ¿Qué tiene para ofrecernos? Es decir, independientemente de su carrera meteórica y de su imagen de padre-negro-ultrainteligente-hecho-desde-abajo, ¿Cuáles son las cartas que quiere jugar? ¿Cuáles son sus ideas y planes?

Esto último es lo que nos presenta desconfianza. Por eso queremos evitar las pasiones positivas que presenta y realizar un análisis crítico de su sistema de pensamiento:

1º “Obama no usó el dinero del pueblo para hacer campaña. Morales Solá celebra que Obama haya hecho campaña sin dinero en público. En EEUU, muchos lo consideraron una traición. ¿Por qué? Porque la plata pública es bastante más limpia que la que viene de aportantes privados, y viene acompañada de un límite a los gastos que se pueden hacer. Pero Obama no come vidrio, y cuando entendió que podía conseguir más plata por afuera del sistema público se olvidó de su compromiso anterior."[2] ¿Quién sabe de dónde habrá salido todo este dinero?

2º Obama es demócrata, contrariamente a Bush que era republicano. En este punto uno podría pensar que al cambiar de partido el gobierno, el rumbo de la política también lo hará. Pero es sabido que EE. UU. tiene una democracia bipartidista bastante seria, y que ambos partidos tienen ideas similares. La única diferencia fundamental estriba en que ambos te ponen una trompada pero los demócratas después de hacerlo llaman al 911 para que te vengan a buscar. Nosotros hubiéramos preferido que no nos golpearan...

3º Obama va a retirar las tropas de Irak el año próximo. ¿Qué piensa la gente? Al fin, una injusticia es aniquilada. Todos sabemos que nunca hubo armas químicas y que sólo querían el petróleo. ¿Qué pensamos desde este espacio? Bien por lo de Irak, ¿Pero qué ocurre en Afganistán? "Esta ha sido la seña de identidad de Obama para demostrar que es un líder fuerte en política exterior. Tratará por todos los medios de reforzar el contingente militar en aquel país y llamará a los aliados a asumir compromisos concretos. Aplicará de entrada el multilateralismo pero bajo la premisa de que hay que ir a hacer más guerra."[3]

4º Obama es abortista y encima activista. Independientemente de la recordada decisión que levanta la prohibición de financiamiento a grupos que practican el aborto, ahora se le ocurre permitir lo mismo con la investigación de células madre de origen embrionario. "El jefe de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, deploró (...) que "el dinero de los contribuyentes (...) sirva para destruir vidas humanas inocentes."[4]

Volviendo a una de las primeras cosas creemos que el presidente quiere quedar bien con Dios y con el diablo para lograr mayor apoyo (tanto nacional como mundial). Intenta que sus ideas nos sean simpáticas a todos y es sabido que eso es imposible... "Una mujer no puede estar “un poquito embarazada”[5], ni es posible estar de acuerdo un “poquito con el matrimonio homosexual” y luego estar en contra del matrimonio homosexual.[6] “No puedes ser todas las cosas para toda la gente”, dice el rabino Levin. “Él [Obama] está prostituyendo los valores y, como estadounidense, me siento ofendido. Cree que somos mudos”."[7]





El futuro de este chico es un hogar roto

va a ser abandonado por su padre
su madre sola va a arreglárselas para criarlo
a pesar de las dificultades va a salir adelante
este chico va a ser
El primer presidente afroamericano
Vida
Imagina el potencial[8]


[1] Para ser honestos, esta idea no nos pertenece sino que es de "Bigote" Acosta. La transmitió en su programa de radio. Sinceramente no recordamos la fecha.
[2] http://la-res-publica.com.ar/politica-internacional/mitos-sobre-la-democracia-en-america/
[3] http://edumarviq.wordpress.com/2008/11/06/despues-de-la-victoria-de-barack-obama
[4] http://elvocerous.com/portal/index.php/200903097743/Principales/Celulas-madre-Obama-alegra-a-investigadores-y-preocupa-a-conservadores.html
[5] http://www.catapulta.com.ar/?p=298
[6] No queda muy clara la postura de Obama con relación a este tema.
[7] El aborto en EE. UU. es más libre mientras menor es el tiempo desde que ha transcurrido la concepción del embarazo. Ver Roe vs. Wade.
[8] Consideramos que esta imagen era demasiado dura para ilustrar el artículo y preferimos el video...

11 de marzo de 2009

Diálogo con la mente y el corazón (II).

REM: Me parece muy acertado y convincente lo que decís. Pero creo que a lo que vos te referís es precisamente a la unidad entre política y religión, más que a la unidad entre Iglesia y Estado. En Estados Unidos nació la idea de la separación entre Estado y religión, y precisamente allí fue donde antes y con más fuerza se aplicó. En Estados Unidos, de hecho, hay mucho celo en torno a esta separación. Por ejemplo, en su Constitución ni siquiera figura la palabra "Dios", y la justicia interviene permanentemente evitando que en las universidades públicas se promueva una religión en particular. Y sin embargo, como vos señalás, los presidentes hablan de Dios y cuando asumen rezan con el pueblo el Padre Nuestro. Pero eso es precisamente acción de las personas, no del Estado.

El Estado no les dice cuál es la religión verdadera. Simplemente permite y hasta fomenta el ejercicio de toda religión (tienen desgravación impositiva, si no me equivoco). Lo que ocurre es que la religión es algo tan íntimo que no puede ser impuesta desde afuera. Para que exista la verdadera religiosidad, la misma, creo, debe surgir desde adentro, y no por acción del Estado.

Por último, quisiera aclarar que yo no critico a la religión católica, sino a la unión entre el Estado y una Iglesia en particular. De hecho, a vos te enseñaron religión en una sociedad con una fuerte separación entre Iglesia y Estado, aunque no del todo completa y en algunos aspectos bastante reciente. Que haya colegios religiosos me parece estupendo.

Y también podría establecerse que en las escuelas públicas cada cual pueda elegir que educación religiosa desea recibir. Pero, para mí, no es el rol del Estado favorecer a una religión en particular, sino en todo caso favorecer la religiosidad del pueblo, una religiosidad que surja desde abajo y que sea auténtica, como ocurre en Estados Unidos.




SK: No comparto decir que si Obama reza el Padrenuestro es una acción del hombre y no del presidente de los Estados Unidos de América. Creo que una cosa no quita a la otra. Es él el que reza y no cumple dos roles distintos: Uno como ser religioso y el otro como presidente. Lo contrario es casi esquizofrénico.

También creo que es demasiado vago hablar de la "religiosidad del pueblo", de hecho los nazis tenían esa religiosidad e hicieron lo que hicieron.

Me parece una buena idea que en un país como la Argentina se vuelva a instaurar la religión en las escuelas públicas. Sin presionar a nadie como era antes. Ya que es obligatoria la educación sexual, también debiera serlo la religiosa. Y ya que el 88% del país es bautizado (si bien es cierto que hay muchos que no participan de los ritos, yo no conozco casi ningún apóstata), sería bueno que se enseñara religión católica. Siempre con la salvedad que los que provienen de otra religión tengan la posibilidad de renunciar a ella y hacer su formación en su respectiva comunidad. Creo que nos ayudaría a crecer…

Finalmente, entiendo que hablar desde la nada o desde un punto neutral, justamente no es nada neutral. El que defiende a todos defiende una posición que es distinta a defender a una sola de las partes. Es decir, acá no podemos ser grises, porque no los hay. Eso es lo que creo de "favorecer la religiosidad del pueblo", es una religión más o una falta de sinceramiento. Porque nadie es neutral y ese supuesto neutralismo siempre es tendencioso. De la misma manera que es tendencioso el rezo de Obama...

REM: Es cierto que él es el presidente. Pero no está imponiendo que recen el Padre Nuestro. Es una costumbre del pueblo y, por más de que se lo pueda relacionar con cualquiera de los numerosos credos cristianos que hay en Estados Unidos, no dice nada acerca de cuál es la religión verdadera. "Separación entre Estado e Iglesia" puede sonar muy similar a "separación entre religión y política", pero no son lo mismo. Por lo primero, me refiero a que el Estado no adopte como política pública el beneficiar a una religión en particular en desmedro de las otras. Lo que hay en Estados Unidos es una religiosidad civil muy fuerte, fruto, en parte, para mí, a que fue el primer país que separó Estado e Iglesia, por lo que su pueblo se vio obligado a buscar la religión de manera libre y voluntaria.

No creo que sea ser débil o hipócrita defender la separación entre Iglesia y Estado. De hecho, aquel que cree que su propia religión no requiere de la ayuda del Estado para poder difundirse, pareciera estar más convencido de su religión que aquel que defiende que el Estado la defienda y la favorezca.

SK: Yo no pienso que se deba imponer nada, ya que una religión que se sigue por la fuerza es una contradicción.

Creo que el caso de Estados Unidos es muy distinto al de acá ya que ellos se formaron justamente por religiones que habían sido echadas y prohibidas en Inglaterra. Contrariamente acá, la masa poblacional siempre ha sido de una misma religión. De hecho, fueron las misiones jesuitas las que hicieron crecer a gran parte de la población indígena. Tanto San Martín y Belgrano (como principales próceres que todos veneramos) le entregaron su sable a la Virgen e incluso muchos religiosos fueron constituyentes en el '53 (aunque de religiosos sólo tenían el nombre). Ya en este siglo podemos recordar que la quema de las Iglesias fue una de las causas (para muchos la principal) de la caída de quien fuera la persona que durante más tiempo gobernó nuestro país en el siglo XX. Con esto quiero hacer notar que las características sociales de ambos países son disímiles y por lo tanto no podemos hablar en iguales términos entre uno y el otro.

Y con respecto a lo último, todos sabemos que una religión se transmite con la predicación y con ejemplo y que si no hay prédica va a ser difícil que haya lo segundo. Por lo tanto puedo estar convencido y pedir ayuda para la divulgación de la religión.

***

REM: Como conclusión, puedo decir que valoro la fuerza, la claridad y el convencimiento con que defendés la necesidad de una mayor religiosidad, de que el pueblo se identifique con un saber moral profundo que lo eleve y lo una. Sin embargo, creo que no coincidimos del todo en los medios para llegar a ese fin. Para mí, aunque quizás en un grado muy pequeño la diferencia podría no sentirse, la unión entre el Estado y una religión en particular, el monopolio religioso, por decirlo de alguna manera, tiende a jugar en contra más que a favor de esa religiosidad auténtica. Apoyaría la desgravación impositiva para las iglesias y que en las escuelas públicas cualquiera pueda solicitar una educación religiosa en particular, pero no que el Estado favoreciera de cualquier manera a una Iglesia discriminando a las otras.

SK: Yo simplemente quisiera agregar que sólo un pueblo religioso puede ser políticamente honesto: "Buenos cristianos y honrados ciudadanos" (San Juan Bosco).

Luchemos por la Verdad.

8 de marzo de 2009

Diálogo con la mente y el corazón.


Intentando renovarnos y hacer algo distinto, hoy alcanzamos al lector una conversación entre quien escribe estas líneas (SK) y un gran amigo: Rafael Eduardo Micheletti (REM): http://www.rafamicheletti.blogspot.com.


La temática es una y simple: Política y religión.


SK: Creo que la política, como arte de gobernar un estado, tiene como fin el bien común. Entiendo como bien común el todo para todos. Es decir la repartición de todos los bienes con que se cuenta entre todas las personas que forman parte de la comunidad. El objetivo de esta repartija no es más que lograr la personalización de los individuos, en el sentido de lograr que toda su capacidad se vea puesta en movimiento para poder alcanzar todas las obras para las que fue destinada por mandato divino. Ahora bien, considero que la religión tiene un papel fundamental en este proceso. Especialmente en el cómo de este proceso. Es la encargada de denunciar los atropellos que se cometen que impiden que todos puedan alcanzar el Bien, o simplemente las condiciones mínimas para vivir. Recapitulando creo que la política dice: "Tenemos que darle todo esto a toda esta gente" y la religión le responde: "Sí, pero no seas injusta, evitá los excesos y las abstenciones."

No quiero que parezca que considero a la religión como un medio para algo. O más bien sí, la considero como un medio para alcanzar la Salvación. Pero no creo que esté al servicio de la política. Tampoco creo que la política tenga que estar al servicio de la religión. Entiendo (espero no equivocarme), que son dos órdenes distintos: Terrenal y Celestial. Pero que sean distintos no significa que no se crucen, ni se toquen. Creo que es útil lo que dice Francisco Suárez cuando afirma que la política "no debe proporcionarnos santos, pero debe evitar las tentaciones."

REM: Por mi parte, creo también que política y religión se relacionan. Lo contrario sería negar la necesidad de que la política esté fundada en la moral, lo que sería contradictorio si creemos que la política debe ser una herramienta al servicio del ser humano y del bien común. Estoy muy de acuerdo también cuando decís que la política debe potenciar las capacidades humanas, para permitir que cada persona pueda realizarse dignamente en la medida de lo posible. Sin embargo, aunque política y religión se relacionan, pienso también que debe haber una separación total entre Estado e Iglesia, en el sentido en que el Estado no debe favorecer a una religión en particular, ya que esto podría desvirtuarla y desviarla de su verdadero objetivo, que, como vos bien decís, es hacer mejor a las personas.

SK: Creo que lo último (más allá de mi opinión), es muy difícil que ocurra. Hoy en día prácticamente todos los estados (y perdón si lo escribo con minúscula, pero la mayúscula se me hace a endiosarlo demasiado) favorecen a una religión en particular. Los casos de países islámicos son casi obvios: El derecho de corte musulmán tiene al Corán como última ratio o ley fundamental y si no me equivoco son los Ayatolá (autoridad religiosa), quienes en última instancia deciden cuestiones atinentes a litigios judiciales. Podría parecernos que esto no ocurre de este lado del mundo, pero creo que si aguzamos la vista nos daremos cuenta de nuestro error. Supongo que basta con recordar que la Iglesia anglicana tiene como cabeza a la Reina de Inglaterra, y cosas similares ocurren en los demás países calvinistas y luteranos.

Entiendo que no podemos negar el derecho a la libertad religiosa. Es decir que la política estatal no puede hacerlo, siempre y cuando no se ataque al bien común (no podemos autorizar un culto cuyo modo de vida sea matar al que se cruza, porque se cae de maduro que esto no funciona).

Ahora bien acercándonos todavía más, no comparto la idea de que el estado no debe favorecer a una religión en particular. Creo que cada pueblo tiene su idiosincrasia singular y más allá de creer en la Verdad absoluta (como católico que soy), considero que olvidamos nuestra historia y nos alienamos con la asepsia religiosa estatal.

El gobierno no puede negar una realidad que es patente. No puede no creer y ser moral. Es decir, no podemos sostener la moral basados en un sistema contractualista o utilitarista porque no hay razón para que yo no me convierta en la excepción. Me explico: El estado me dice "Hay que hacer las cosas bien", y yo le pregunto cuál es la razón de eso y él me dice "Lo que pasa es que si vos las hacés mal, cualquier otro la podría hacer mal y así las cosas no van a funcionar." Pero yo me quedo callado y por dentro pienso "Hago como que me porto bien pero después hago todo mal, ya que no me importa que las cosas no funcionen para las otros. Yo estoy cubierto y con eso estoy conforme". Ahora bien, si el gobierno quiere ser moral, y por ende debe creer en una religión, debe decir “Yo creo en ésta y no en otra”. De esa manera quedan las cosas bien definidas y queda claro que es lo que considera bien y que no. Además cuando un pueblo es de una determinada religión bien está que esta religión sea la que se promueva, siempre permitiendo la libertad de cultos, como más arriba ya dejé en claro.

REM: Pienso que los países musulmanes que citás son el mejor ejemplo de los peligros a los que puede llevar la unión entre Estado y religión: fanatismo, violencia, autoritarismo... Me parece que si el Estado favorece a una religión en particular, la religión va a adaptarse a las exigencias del Estado, y va a pasar a ser una ideología al servicio del poder más que una religión. Y esto significa que se va a enseñar la obediencia en vez del espíritu crítico, la apatía política en vez del compromiso social, y la ritualidad más que la espiritualidad, como forma de promover una obediencia acrítica. Si esto no sucede entre nosotros es precisamente porque, a diferencia de los países musulmanes, tenemos hoy en día muy poco, casi nada, de unión entre Estado y religión. Por otra parte, la tendencia del mundo democrático (EE.UU., Europa, etc.) es hacia una mayor separación entre Iglesia y Estado, lo que no implica desconocer la relación existente entre religión y política.

SK: Creo que hacés muy bien en resaltar los peligros que hay entre la unión entre el estado y la religión. El riesgo de fariseísmo, de la iglesia acomodada repleta de lujos terrenales, olvidada de los bienes espirituales es un mal que muchos filósofos y teólogos se han encargado de denunciar, luchando denodadamente. Sin embargo, creo que como católico es un error sostener que leyes o normas que fomentaran esta religión (me refiero a este caso porque hablo de lo que conozco y no de lo que no sé) puedan generar "obediencia", "apatía política" y "ritualidad". De hecho he sido educado en un colegio religioso y cada día me siento con un espíritu más crítico, con un celo político inmenso e intento lograr ser una persona con una espiritualidad importante, aunque la sociedad actual (laicista y por lo tanto no religiosa) no me lleva a eso. Creo que los jóvenes de hoy en día están atontados por falta de religión. Hoy es normal fumar marihuana, emborracharse y olvidarse de la realidad; y cuando digo normal creo que no exagero… Todo esto es por falta de valores religiosos. Es obvio que a lo que digo se le puede responder que mucha de esa gente atontada ha ido a establecimientos religiosos donde le han enseñado los mismos valores que a mí. Entonces la conclusión del razonamiento sería que realmente no ayuda en nada la religión para estos casos. Pero creo que igualmente falta religión, falta en los medios masivos de comunicación, falta en la calle, falta en la mesa familiar y falta en los grupos intermedios. Y creo que es hora del gobierno de comenzar a implantar políticas en todos estos aspectos, cosa de recordarnos de donde venimos y hacia adonde vamos.

Con respecto al mundo democrático, creo que es llamativo el caso de Estados Unidos. No veo que estén tan separados la religión y el estado. Por lo menos pienso en los rechazos a Obama cuando se publicó una foto en la que estaba vestido como un musulmán. También es llamativo que una vez que juró como presidente rezó el Padrenuestro; cosa que en nuestro país nos escandalizaría...





Pedimos perdón si los razonamientos no son muy elaborados pero preferimos sacrificar el estilo para privilegiar la espontaneidad.
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